La terapia visual representa un área de la optometría en donde se aplica toda la enseñanza y experiencia adquirida. El objetivo es desarrollar y mantener la máxima eficacia del procesado de la información visual que llega al sistema visual humano.
Es muy importante saber escuchar y observar al paciente ya que en la correcta realización de la anamnesis podemos enmarcar el caso o el menos dirigir la investigación optométrica. En función de estas primeras pesquisas haremos énfasis en los síntomas y signos que nos ayuden, sin someter al paciente a un ingente número de pruebas, que nos ayuden en clasificar y tratar cada caso.
En general los ejercicios de entrenamiento visual se pueden utilizar:
- Para tratar diferentes disfunciones visuales que han sido detectadas previamente; por ejemplo, insuficiencia de convergencia, exceso acomodativo, exotropia alternante de la visión próxima, etc.
- Para prevenir el desarrollo de problemas visuales; por ejemplo, la aparición de ambliopía, o el retraso en el desarrollo de la estereopsis en niños con retrasos madurativos.
- Para mejorar la ejecución visual del paciente con fines específicos; por ejemplo, en deportistas, pilotos, etc.
Los ámbitos generales de intervención de la terapia visual, aunque no son los únicos, son:
- Las disfunciones binoculares estrábicas y no-estrábicas.
- La ambliopía, conocida popularmente como ojo vago.
- Las disfunciones acomodativas.
- Las disfunciones oculomotoras.
- Los desórdenes de la percepción visual.
Los objetivos de cualquier programa de terapia visual pretenden reducir los síntomas que padece el paciente, conseguir la ejecución visual deseada y normalizar los valores de la función visual del paciente.